Socios vasculares periféricos

Embolización de la arteria prostática

¿Cómo se trata la hiperplasia prostática benigna (HPB)?

La embolización de la arteria prostática, o PAE, es un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para ayudar a aliviar los síntomas causados por la hiperplasia prostática benigna.

La embolización de la arteria prostática, o PAE, es un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para ayudar a aliviar los síntomas causados por la hiperplasia prostática benigna. Para ello, se bloquean los vasos sanguíneos que alimentan la próstata y que hacen que ésta se agrande de forma anormal. Una vez bloqueados estos vasos sanguíneos, la próstata puede volver a un tamaño más saludable, y el paciente experimentará un alivio significativo de los síntomas. 

 

El tratamiento lo realiza un especialista conocido como radiólogo intervencionista. En primer lugar, realizará un pequeño corte cerca de la piel de la muñeca o la ingle del paciente. A partir de ahí, introducirán un fino catéter en la arteria y lo guiarán hacia la próstata. A continuación, el médico inyectará un contraste que se puede ver en tiempo real por rayos X y que permite trazar las vías de los vasos sanguíneos del paciente. Normalmente hay una arteria prostática en cada lado de la pelvis. 

 

Una vez que se ha llegado a la próstata con un catéter aún más pequeño, se introducen pequeñas microesferas a través del catéter en los vasos sanguíneos que irrigan la próstata para bloquear el suministro de sangre de la glándula. Las microesferas están aprobadas por la FDA específicamente para la embolización de las arterias de la próstata y llevan décadas en el mercado utilizándose en procedimientos de embolización en todo el cuerpo. Una vez que se bloquea un lado de las venas de suministro, el médico pasará al otro y detendrá también ese suministro de sangre. Una vez concluido el procedimiento, se retira el catéter y se presiona el lugar de acceso al vaso sanguíneo para evitar la hemorragia. Los pacientes se recuperan durante una o dos horas en la zona de recuperación y luego se van a casa. Cuando las arterias de la próstata se cierran bruscamente, la glándula prostática se hincha inicialmente durante un par de días, lo que suele ir asociado a un aumento de los síntomas urinarios, como ardor al orinar y molestias en la zona de la próstata durante varios días o una semana. El paciente recibirá medicamentos que deberá tomar después de la intervención para facilitar la recuperación. La glándula prostática comenzará a reducirse con una mejora sintomática que suele ser perceptible en 2 ó 3 semanas, con una mejora continua durante varias semanas o meses después. Al cabo de unos días, la glándula prostática debería volver a un tamaño saludable, aliviando los síntomas de la HBP.

¿Para quién es más adecuada la embolización de la arteria prostática?

La EAP es más adecuada para los pacientes sintomáticos que tienen próstatas con un volumen superior a 40 gramos y no desean someterse a cirugías o procedimientos más invasivos para reducir sus síntomas de HBP. La EAP ha demostrado ser especialmente eficaz para los hombres con próstatas muy grandes, de más de 80 gramos, para los que la RTUP o la prostatectomía son sus únicas opciones urológicas. Estos procedimientos invasivos suelen implicar una cirugía mayor, con los riesgos asociados que conlleva.

Recorte de un negro que se agarra la ingle
¿Cuáles son los beneficios de la embolización de la arteria prostática?

La PAE puede ayudar a remediar la hiperplasia benigna de próstata sin necesidad de cirugía. La recuperación es mucho más rápida con la PAE en comparación con las opciones quirúrgicas. No es necesario que pase la noche, y saldrá el mismo día para recuperarse en la comodidad de su propia casa. 

 

La PAE también es mínimamente invasiva y no requiere una gran incisión ni anestesia general. El paciente está sedado pero consciente, por lo que se evitan los riesgos que conlleva el uso de una anestesia general. Dado que el procedimiento no es una cirugía mayor, también conlleva un menor riesgo de infección.

 

Ahora que sabe lo que es la PAE, es importante seleccionar el mejor centro para someterse a su procedimiento. Es importante elegir especialistas bien formados, que utilicen sólo lo mejor en equipos médicos de última generación.

¿Cuáles son los riesgos de la embolización de la arteria prostática?

El principal riesgo de cualquier procedimiento vascular es la hemorragia en el lugar de acceso. Para reducir este riesgo, el radiólogo intervencionista suele utilizar un dispositivo de cierre junto con una presión firme en el lugar de acceso de la ingle o la muñeca al finalizar el procedimiento. Es típico el aumento temporal de los síntomas urinarios y las molestias alrededor de la zona de la próstata. Algunos pacientes pueden tener sangre temporal en la orina, el semen o las heces después del procedimiento, que se resuelve en unas semanas. Durante el procedimiento, el radiólogo intervencionista tiene mucho cuidado de observar el flujo sanguíneo mientras coloca las microesferas, pero si éstas salen de la arteria prostática, lo que se denomina embolización sin objetivo, pueden ir a los vasos sanguíneos circundantes, incluidos los que conducen a la vejiga, el recto, el pene, los huesos y los músculos de la zona. Por ello, una embolización cuidadosa es la clave del éxito del procedimiento. Dependiendo de cómo se encoja la próstata tras la intervención, es posible, aunque poco probable, que se produzca una eyaculación retrógrada, una condición en la que la eyaculación fluye hacia atrás, hacia la vejiga, en lugar de hacerlo a través del pene. Con el tiempo, otros vasos sanguíneos de la pelvis pueden empezar a abastecer a la próstata y permitir que ésta vuelva a crecer. Las tasas de recurrencia con la EAP son similares a las de la RTUP.

¿A quién debo elegir para realizar la embolización de la arteria prostática?

Si desea un equipo especializado en tratamientos vasculares con amplia experiencia en la realización de PAE con excelentes resultados, su mejor opción es Peripheral Vascular Partners. 

 

En Peripheral Vascular Partners, los pacientes son nuestra prioridad. Nos tomamos el tiempo necesario para guiarle en cada paso de su tratamiento y nos aseguramos de que se sienta 100% cómodo durante su estancia. Nuestros especialistas capacitados conocen la embolización de la arteria prostática por dentro y por fuera, y realizarán su procedimiento con el máximo cuidado y precisión.

 

La cirugía mayor no es su única opción. Si no desea someterse a una prostatectomía, la PAE puede ofrecerle un alivio de los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata sin el riesgo y las molestias de los procedimientos invasivos. Entendemos que tiene preguntas, y nuestros profesionales capacitados tienen respuestas. Simplemente programe una consulta hoy mismo.