El agrandamiento de la próstata puede ser doloroso. Permítanos ayudarle a encontrar alivio.

Ofrecemos un procedimiento seguro y mínimamente invasivo conocido como embolización de la arteria prostática. Infórmese sobre la embolización de la arteria prostática, una forma eficaz y no quirúrgica de tratar la hiperplasia prostática benigna o HBP.

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¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?

La hiperplasia prostática benigna, o HPB, es un agrandamiento anormal de la glándula prostática. La glándula prostática crece a lo largo de la vida del hombre, pero a veces el crecimiento es excesivo e interfiere en el flujo urinario. La obstrucción del flujo urinario puede causar síntomas importantes y otras complicaciones. 

 

Los hombres con mayor riesgo de padecer HBP son los mayores de 40 años. Casi el 60% de los que la padecen experimentarán síntomas significativos antes de los 60 años, y las tasas aumentan aproximadamente un 10% más por cada década de vida posterior. La HBP es más frecuente en hombres con antecedentes familiares de problemas de próstata, así como con antecedentes de diabetes y enfermedades cardíacas. La obesidad también puede ser un factor que contribuya al desarrollo de la HBP.

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¿Cuáles son los síntomas asociados a la hiperplasia prostática benigna (HPB)?

Uno de los primeros y más notables síntomas que experimentará un paciente con HBP son los problemas urinarios. La necesidad frecuente o urgente de orinar durante el día y el aumento de la frecuencia de la micción nocturna son síntomas comunes. La dificultad para empezar a orinar, un chorro débil, la vacilación al iniciar la micción y la incapacidad para vaciar completamente la vejiga también pueden afectar a los enfermos de HBP. Estos síntomas pueden afectar notablemente a la calidad de vida del hombre. 

Si se ignoran los síntomas y esta afección progresa, pueden producirse complicaciones más importantes. Los cálculos en la vejiga pueden ser el resultado de la incapacidad de vaciar la vejiga, y contribuyen a que haya sangre en la orina e infecciones de la vejiga. También pueden producirse infecciones del tracto urinario por no vaciar completamente la vejiga. Si la próstata crece lo suficiente, puede incluso provocar la imposibilidad de orinar, lo que se conoce como retención urinaria.

¿Qué es la embolización de la arteria prostática?

La embolización de la arteria prostática, o PAE, es un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para ayudar a aliviar los síntomas causados por la hiperplasia prostática benigna. Para ello, se bloquean los vasos sanguíneos que alimentan la próstata y que hacen que ésta se agrande de forma anormal. Una vez bloqueados estos vasos sanguíneos, la próstata puede volver a un tamaño más saludable, y el paciente experimentará un alivio significativo de los síntomas. 

¿Cómo funciona la embolización de la arteria prostática?

Durante el procedimiento, se realiza un pequeño corte en la piel cerca de la arteria femoral en la ingle o de la arteria radial en la muñeca.

Se guía cuidadosamente un catéter vascular hasta las arterias de la próstata y se inyectan microesferas aprobadas por la FDA en las arterias, cortando el suministro de sangre a la próstata.

Una vez que las arterias de la próstata se bloquean con éxito, la glándula prostática empezará a encogerse inmediatamente y los síntomas comenzarán a remitir. 

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